Un viaje de mil kilómetros se inicia con un paso.

(Proverbio chino)

domingo, 28 de noviembre de 2010


Desarrollando nuestra Respons- habilidad Emocional
(la habilidad para responder a desafíos emocionales)

En el artículo de hoy, te propongo comenzar a analizar nuestras competencias emocionales en detalle.

Área personal

La primera capacidad emocional que nos tenemos que preocupar por desarrollar, ya que es la base del resto de las competencias, es la Conciencia de uno mismo. El Autoconocimiento.

El autoconocimiento: Representa la capacidad que tenemos para identificar nuestros propios estados internos, preferencias, recursos e intuiciones, e incluye a la:

-Conciencia emocional. Reconocer nuestras emociones y sus efectos.

-Valoración adecuada de uno mismo. Conocer nuestras fortalezas y debilidades.

-Confianza en uno mismo. Seguridad en la valoración que hacemos sobre nosotros mismos
y sobre nuestras capacidades. El dominio de este área implica conocer nuestras
emociones y así convertirlas en sentimientos y juzgarlas de manera adecuada, sin caer en
exageraciones ni intentar disminuir su importancia.


En síntesis, el primer paso es el famoso: “Conócete a ti mismo”, cosa que no es nada fácil. Si no, miren lo que le pasa al pobre Felipe.





Para ilustrar este primer área, relataré (en forma adaptada) una leyenda de Paulo Coelho.

Un cierto día, un monje zen, estaba meditando y un príncipe, que era discípulo suyo, lo interrumpió y le preguntó. “Dígame Maestro ¿qué es el cielo y qué es el infierno?”. Tras escuchar la pregunta, el monje, se dio vuelta y, enfurecido, le dijo: “¿Cómo te atreves a interrumpir mis meditaciones con esas cosas sin sentido?” El príncipe, confundido, se sintió humillado y agraviado y, sin pensarlo, desenvainó su sable y le respondió: “¡te merecerías la muerte por esta reacción! ¿Quién crees que eres?” A lo que el monje, muy calmo contestó: ‘Eso es el infierno’. El príncipe, avergonzado, le pidió disculpas y volvió a envainar su sable, poniéndose a sus pies. El monje, complacido por su cambio de actitud, lo miró a los ojos y con una sonrisa le dijo: “ y eso… es el cielo’. El conocimiento de uno mismo comienza por ser consciente de nuestras emociones (transformarlas en sentimientos) y de los impactos que las reacciones emocionales pueden causar en nosotros mismos y en los demás. Estar en contacto con nuestras señales interiores y reconocer los marcadores somáticos. Las personas que se preocupan por conocerse y aceptarse son personas auténticas y sinceras que pueden hablar abiertamente de sus emociones, conocen sus fortalezas y debilidades y se pueden reír de sí mismas, son humildes, aceptan los feedbacks y saben pedir ayuda. Se sienten seguros al valorar sus sentimientos, son asertivas, tienen fortaleza interna y son seguras de sí mismas. Las que no lo son, sienten que toda crítica confirma, su “incompetencia.”

¡Hasta la próxima!

Rosana.

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